viernes, 28 de enero de 2011

Escarabajo

Fuego Mudo

A veces el silencio
convoca algarabías
parodias de coraje
espejismos de duende
tangos a contrapelo
desconsoladas rabias
pregones de la muerte
sed y hambre de vos
pero otras veces es
solamente silencio
soledad como un roble
desierto sin oasis
nave desarbolada
tristeza que gotea
alrededor de escombros
fuego mudo

Mario Benedetti




Te dejo un beso en el buró. Como aquel con el que Wendy conquisto a Peter. Consérvalo junto al poemario benedectiniano y a tus gafas, para que en tus noches de recurrente lectura acudas a él insomne y quizá hasta temerario por hallarlo. Te dejo un beso porque no he hallado un regalo más suave con el cual no despertarte. Porque me redime verte dormir tan desparpajadamente y con inocencia en cada suspiro. Te dejo mis besos, mi mis letras, mi música, mis noches de sol. Aprendo a vivir tu silencio y no atormentarme por él. Ya no calles el amor que guardas, ya no guardes amor que sientes, ya no me rondes escarabajo si tras tu dura coraza te haz de ocultar, que para salvaguardar tu corazón no hay mejor coraza que ésta que late cautiva dentro de mi.