viernes, 14 de octubre de 2011

Asi es la vida


Extraño esos días en los que abordabamos en Pino Suárez hasta General Anaya y de vuelta a Chabacano, una y otra y otra vez. En esos días estabamos tu y yo, y yo y tu igual que ahora.



Casi nada ha cambiado. Salvo mis gafas de pasta, nuestros cortes de cabello y probablemente es que ahora rockeamos más, las horas de trova y ska en esa extraña combinacion ya de por si, se quedaron allá, atras, guardadas. Probablemente extraviadas el Chabacano, el unico transborde.



Ahora todo me parece un tanto menos incierto, nublado, no mejor ni peor, pero si distinto, ha de ser verdad que el tiempo no va tan aprisa en la cuestion de sobrevivir, sin embargo que atropellado iba cuando te leia poesia y te cantaba canciones de Fernando Delgadillo en nuestros viajes redondos e interminables.



Hay días en los que quisiera sinceramente que fueramos una familia de más de dos, pero verte me llena tanto, que haces que la vida se me escape en un suspiro y mejor aun me enseñas a salir corriendo detrás de ella y extrañar menos a quien no esta porque no quiere estar, ya sin importar quien sea o haya sido. Tu me enseñas la libertad con la mirada y me abrazas y sin escuchar tu hermosa voz me dices: te amo. Tienes la particularidad de revivirme, de resucitar mi alma cuando en el camino se siente perdida, tu ser entero es magia. A veces bien me cuestiono si eres un hada o un ángel de la guarda depende un poco de la connotación religiosa en que lo mencione, soy tan agnostica que cuando hablamos de espiritualidad y de una verdadera conexion con el universo apuesto que Dios se ha de reir tanto de mi.



Tu eres la razón que me ata a la locura y cuando no andas por los pasillos iluminandome con tus ojos, te anclas en mi pensamiento... Y aunque no todos los días son buenos por todas esas cosas tan ajenas de ti porque un ser tan etereo como tu nada tiene que ver con rachas malas en el trabajo, las dificiles interacciones humanas que me llevan a la penumbra donde me hallo abatida y en donde me basta que con tus manitas me asaltes las mejillas y me mires y me digas: Mami ni te preocupes asi es la vida.

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